kamon

_Kamon_jjDel mismo modo que Occidente tiene sus emblemas o escudos familiares, la heráldica en Japón consiste en los llamados kamon. Son símbolos, en su mayoría, redondos, con diseños estilizados de flores, pájaros, plantas, fenómenos de la naturaleza, hasta flechas, que representan “la marca registrada” de una familia. Tales diseños están íntimamente ligados a la historia y la filosofía de los antepasados. Se estima que hoy en día existen más de 20 mil tipos de kamon.
El origen de la heráldica o emblema japonés se remonta a la era Heian (794-1192) cuando era simplemente usado para distinguir las carrozas de bueyes de los nobles. Poco después el símbolo fue utilizado en diversas pertenencias.
Más tarde, en la era Kamakura (1192-1333), el kamon apareció en las banderas y estandartes que llevaban los samuráis cuando luchaban en masa y aparecían montados a caballo. En el campo de batalla, los diferentes emblemas servían para distinguir a ambos bandos

Las decisiones

Un viejo proverbio dice: «Decidios en el espacio de siete soplos.» El Señor
Takanobu Ryuzoti hizo un día este comentario: «Si un hombre tarda demasiado en tomar una decisión, se duerme.» El Señor Naoshige dice también: «Si uno se lanza sin vigor, siete de cada diez acciones no llegan a término. Es verdaderamente difícil tomar decisiones en estado de agitación. Por consiguiente, sin ocuparse de las consecuencias menores, uno se enfrenta a los problemas con la mente afilada como una navaja, siempre se encuentra la solución en menos tiempo del preciso para hacer siete soplos.»Hay que considerar los problemas con calma y determinación.

Haiku

El Haiku es una de las formas más bellas de la literatura japonesa. Se trata de un poema corto de diecisiete sílabas, distribuidas en tres versos. Alcanzó su forma actual a finales del siglo XV y debe su nombre al poeta Shiki (1867-1902). Su relato es descriptivo. Como flash que ilumina un instante, casi siempre un paisaje. El protagonismo se dirige hacia la naturaleza, contemplada en las diferentes estaciones del año. Estos pensamientos se encadenan con percepciones de muy diversa índole: nostalgia, humor e incluso religiosos, procedentes estos de la sabiduría del zen. Un poema de uno de los grandes maestros de haiku:
Un viejo estanque;
Se zambulle una rana,
ruido de agua.
Bashô

Historia de los TRES GATOS

Un samurai tenía en casa un ratón del que no llegaba a desembarazarse. Entonces
adquirió un magnífico gato, robusto y valiente. Pero el ratón, más rápido, se burlaba de
él. Entonces el samurai tomó otro gato, malicioso y astuto. Pero el ratón desconfió de él
y no daba señales de vida más que cuando éste dormía. Un monje Zen del templo
vecino prestó entonces al samurai su gato: éste tenia un aspecto mediocre, dormía todo
el tiempo, indiferente a lo que le rodeaba. El samurai encogió los hombros, pero el
monje insistió para que lo dejara en su casa. El gato se pasaba el día durmiendo, y muy
pronto el ratón se envalentonó de nuevo: pasaba y volvía a pasar por delante del gato,
visiblemente indiferente. Pero un día, súbitamente, de un solo zarpazo, el gato lo atrapó
y los mató. ¡Poder del cuerpo, habilidad de la técnica no son nada sin la vigilancia del
espíritu!

Foto mayo 2010

Trabajar con el contacto

Si tienes una mente despierta podrás retener la información, pero no sólo con los ojos tenemos que ver, también tenemos que saber escuchar con nuestro propio cuerpo.
El aikido es contacto, es sensibilidad, que tengo que percibir a la hora de entrar en conflicto con el oponente, ante su ataque firme y sincero.  Por eso podemos decir que si no tenemos  un contacto no tenemos aikido.
Para realizar la práctica tengo que sentir a uke ( cómo se mueve, sus gestos, lo que intenta decirme… y no son nuestros ojos los que lo ven, sino como estamos diciendo, es sentirlo mediante el tacto), por ello tengo que poner no sólo los sentidos de la vista para ver como lo realizo, si no también entran en juego la piel, o mejor dicho, los poros de la piel;  ellos son los que tienen que empaparse de la energia que me manda mi compañero para yo percibir y sentir por donde tengo que canalizarla (como si de un torrente de agua se tratase, y tengo que canalizar ese agua que no se desborde para llevarla al embalse en una dirección que es la adecuada, no por donde el agua quiere, más bien por donde yo la dirijo), luego la atención es importante, la concentración, etc. el saber estar, en ese momento justo para poder realizar el movimiento adecuado que me llevará a la técnica correcta. Tenemos por ello que practicar lo que el sensei intenta trasmitir en ese  momento, y experimentar esas sensaciones. Al principio como decia un alumno, yo no noto nada sensei, parece que tenga puesto un chubasquero impermeale y me resbala esa energia, y soy incapaz de sentirla, por lo que estoy haciendo más fuerza de lo necesario. Por ello es fundamental la constancia en la práctica (o en el camino «do»),dentro y fuera del dojo. Con el tiempo nos veremos recompensados con unos resultados que nosotros mismos no esperábamos. Todas las personas cuando somos pequeños queremos correr, pero para ello primero tenemos que andar y antes gatear, y en todo este proceso nos caemos y nos levantamos. Por eso tenemos que asegurar los pasos dentro del aikido, pasos firmes, sin caidas…

y si me tropiezo me levanto.

Sin prisa pero sin pausa.

Nos vemos en el tatami.

Reflexión

Las plantas de nuestros pies soportan la totalidad del cuerpo y realizan muchas funciones.
Si las masajeas bien y cuidas de ellas, se sentirán felices de mantenerte en buenna salud.

Carta Homenaje a Tamura Sensei de Yamada Sensei

Recuerdo de Tamura Shihan

Otra, tal vez la última de las grandes estrellas de la sociedad de Aikido, se ha ido.
El conocimiento del Aikido de Tamura Sensei lo hizo una de las mayores influencias en Europa y el resto del mundo durante los últimos 45 años. Sempai (así lo llamo yo) era muy conocido por ser uke de O’Sensei mientras fue uchideshi, y no es necesario aclarar que fue el otomo de O’Sensei cuando O’Sensei fue a Hawai hace casi cincuenta años. Para los japoneses de aquellos tiempos, era un sueño ir a Hawai así que todos lo envidiamos mucho.

Los movimientos y técnicas de alta calidad de Aikido de Sempai vinieron mayormente de ser el uke de O’Sensei. Nadie lo puede copiar y si lo hacen, simplemente queda gracioso. Sin embargo, yo intenté robarle todo lo que pensé que me podría ser de ayuda.
En marzo último, estuve con él dirigiendo un seminario anual en Madrid y en abril noté un cierto cambio en su condición. En mayo y junio lo fui a visitar un par de veces a su casa. En mi segunda visita quedé muy impresionado por su actitud, tan calma, serena y relajada. Parecía como que se iba a unas largas vacaciones.

Sempai ya era uchideshi cuando yo me hice uchideshi. Pasábamos la mayor parte del tiempo juntos. En las calurosas noches de verano, luchábamos contra los mosquitos y en las frías noches de invierno poníamos nuestros futones uno al lado del otro, pero la verdad es que los mosquitos solo me atacaban a mí y usábamos dos futones superiores separados, en lugar de usar un futón pegado el uno al otro toda la noche, solo por si acaso.

En 1964, dejé Japón hacia Nueva York y en otoño de ese mismo año, Sempai también se fue de Japón, con su esposa, a Francia. Sempai solía decir en broma, “esperé a que te fueras primero para que nos mostraras cómo lo hacías. Ahora que lo lograste, ya me puedo decidir.” Eso no es cierto. No hay nadie con tanta confianza en sí mismo como él. Debido a esa confianza en sí mismo es que no solamente sobrevivió sino que fue un gran éxito en Europa.
Estoy escribierndo este artículo durante el seminario anual del sur de Francia. Hemos hecho este seminario juntos por casi treinta años, así que es muy emotivo para mí. Así es que lo que me viene a la cabeza son los muchos buenos momentos que pasamos juntos durante los seminarios en varios países.

En Niza nadamos rodeados de bellezas en topless, anduvimos en burro bordeando un precipicio en Marruecos; en Marrakesh, Marruecos me enroscaron una serpiente en el cuello para una foto. Volamos cerca del Salto del Ángel en Venezuela en un pequeño avión Cesna. El olor en un gimnasio en Yugoeslavia era tan feo que Sempai se fue del gimnasio diciendo “hazte cargo del resto de la clase”. Viajamos por nuestro país, Japón, junto con miembros. Durante ese viaje fuimos al Karaoke y tuve que cantar a dúo con Sempai quien no tenía sentido musical.
Muchísimas gracias por esos maravillosos recuerdos que tuvimos juntos. Me siento orgulloso de haber sido su compañero.
Él solía decir que conocer tanta gente a través del Aikido era su felicidad. Teniendo presente esa palabra, voy a hacer lo mejor de mi parte para tratar con la gente que pueda conocer en mi vida.

Creí en un milagro, pero no ocurrió. Sin embargo, me hizo feliz saber que estuvo en los brazos de su esposa en los últimos momentos. Siempre estuvo con su amada esposa, casi las 24 horas del día, así que merecía eso. Dejenme decir una vez más que estoy tan feliz por él. Lo envidio tanto como lo envidié cuando lo veía como uke de O’Sensei. Lo envidié por todo lo que hizo en su Aikido.

Por favor, vuelve de tus vacaciones los antes posible. Tengo un Bordeaux 1995 esperándonos. Bebamos juntos nuevamente.

Y. Yamada

ARROZ TEMPURA (para 4 personas)

Ingredientes:

600 gr. de arroz

12 langostinos, o gambas grandes.

12 yemas de espárragos.

1 huevo.

125 gr de harina.

Aceite vegetal para freír.

2 Cucharadas de azúcar.

3 Cucharadas de salsa de soja japonesa.

125c.c. de caldo de bonito.

Prepararcion:

Después de lavar el arroz lo echamos en una cazuela con unos tres cuartos de litro de agua, hasta que lo cubra un par de centímetros, y lo dejamos que repose durante una hora. Ponemos la cazuela tapada a fuego vivo cinco minutos, hasta que chisporretee ligeramente, Reducimos el fuego, y dejamos cueza a fuego lento diez minutos sin quitar la tapa. Lo apartamos del fuego y lo dejamos tapado para que mantenga el calor.Para preparar la salsa, disolvemos el azúcar con la salsa de soja y el caldo de bonito en un cazo a fuego medio. Lo apartamos del fuego y lo guardamos junto al arroz.Pelamos los langostinos o las gambas, sin quitar las colas y extraemos el producto intestinal. Practicamos un par de cortes en el lomo para evitar que se enrosquen en la sartén.Batimos el huevo y añadimos agua hasta que haya un cuarto de litro. Agregamos la harina y mezclamos un poco, cuidando de que se haga una pasta grumosa.Calentamos el aceite a 170º en una sartén honda. Impregnamos los langostinos o las gambas y las yemas de espárragos en la pasta para rebozar y los ponemos en la sartén, dejándolos freírse hasta que estén un poco dorados, Los retiramos y dejamos que se escurran en papel de cocina.

Hacemos cuatro raciones de arroz y regamos con una cucharada de salsa. Después, repartimos tres langostinos y tres yemas de espárragos por cuenco y añadimos el resto de la salsa.

Historia de gallos de pelea

Un discípulo de Lao Tse, Mishotsu, escribió una historia interesante sobre los gallos de pelea:
Un rey deseaba tener un gallo de pelea muy fuerte y había pedido a uno de sus súbditos que educara a uno. Al cabo de diez días le enseñó al gallo la técnica de la pelea. Al cabo de diez días, el rey preguntó: ¿Se puede organizar un combate con este gallo? Pero el instructor dijo: ¿No. No. No.! El es fuerte, pero esta fuerza está vacía, siempre quiere pelear; está excitado y su fuerza es efímera.
Diez días más tarde, el rey preguntó al instructor: Y ahora, ¿se puede organizar esa pelea? No. No. Aun no. Todavía está apasionado, siempre quiere pelear. Cuando oye la voz de otro gallo, incluso el de la aldea vecina, se encoleriza y quiere batirse.
Después de diez dias nuevos de entrenamiento, el rey preguntó de nuevo: ¿Y ahora, es posible? El educador respondió: Ahora ya no está apasionado. Si oye la voz de otro gallo, permanece tranquilo. Su postura es justa, pero su tensión es fuerte. Ya no se encoleriza. La energía y la fuerza no se manifiestan en la superficie.
Entonces, ¿está listo para un combate? dijo el rey. El educador respondió: «Quizá». Se trajeron numerosos gallos de pelea y se organizó un torneo. Pero los gallos de pelea no podían acercarse a este gallo. ¡Huían asustados!
Por eso no hay necesidad de combatir. El gallo de pelea se había convertido en un gallo de madera. Había superado el entrenamiento de los wasa. Interiormente tenía una energia fuerte que no se manifestaba en el exterior. El poder se encontraba desde entonces en él, y los demás gallos no podían hacer otra cosa que inclinarse ante su seguridad tranquila y su verdadera fuerza oculta.

Nobuyoshi Tamura

Nobuyoshi Tamura, (Osaka, 2 de marzo de 1933 –  9 de julio de 2010), fue Shihan 8º Dan de Aikidō, otorgado por el Aikikai de Tokio, centro mundial del Aikido donde estudió durante muchos años bajo la dirección de O Sensei Morihei Ueshiba, fundador de este arte.

Tamura ocupaba un rol preeminente en el pequeño grupo de Uchi-deshi (los alumnos próximos al Fundador) que más tarde se diseminó por Europa y Estados Unidos.

Después de más de treinta años desde su llegada a Marsella en 1964, ha consagrado su vida al desarrollo del Aikido en Europa (para la que es delegado del Aikikai), especialmente en Francia donde reside.

España ha tenido la fortuna de poder beneficiarse de su presencia desde los comienzos del Aikido en este país, sea con stages de varias semanas, o más recientemente con los cursos que, al menos, una vez al año viene impartiendo en diversos lugares de la geografía española: de Santander a Granada, pasando por Palma de Mallorca, Madrid, Barcelona, Alicante, Zaragoza, León, Cuenca, etc. no es extraño que haya logrado consolidar en España una, ya firme, línea de trabajo, y rodearse de un variado y nutrido grupo de discípulos caracterizados, sobre todo, por una manera de hacer y entender el Aikido. Gracias maestro.

Triste comunicado para todos los Aikidocas

La señora Tamura, sus hijos y los responsables de su federación, lamentan tener que comunicarle el triste fallecimiento de Tamura Shihan el pasado 9 de julio.
El domingo 11 de julio, los restos de Tamura sensei fueron trasladados a una cámara funeraria en el tanatorio de La Sainte Victorie-39 Impasse du terril – Z.l. les quatre Chemins – 13530 TRETS, 04 42 29 44 79

Sus restos permanecerán en el velatorio hasta el martes 13 de julio a las 14:30h (hora en la que se cerrará el ataúd).
El mismo martes a las 15h será trasladado hasta el crematorio: Crématorium Parc Mémorial de Provence – 2370 rue Nicolás Ledoux – 13290 Les MILLES (Salida Aix – Pont de l’Arc)

Las flores deberán ser enviadas directamente al crematorio.

Dentro de la tradición japonesa, se organizará una ceremonia el sábado 4 de septiembre en el Shumeikan de Bras.
Más adelante se informará ampliamente sobre los detalles referentes a como se irá desarrollando esta jornada.

Enlace con la nota original: http://www.ffab-aikido.fr/fr/index.asp

Aikido para todos

La practica de Aikido no tiene edad.
Siempre he sido o mejor he comentado que su practica es para todos, para  los niños, para los jovenes o mayores, los altos o para los bajos, los guapos o los menos guapos, los listos o menos listos, etc. Esto que parece la copia de un anuncio de bebida yo me lo planteo en serio. El aikido no tiene edad y lo hablo desde mi punto de vista siempre, la experiencia de dar clases a niños con cuatro años a alumnos ya de setenta. Tambien alumnos que tienen problemas fisicos-medicos, como ejemplo problemas de espalda severos, de sobrepeso, gota y un sin fin mas que se podrian nombrar, y todos ellos les ha podido más el querer entrenar con los compañeros, que me contaban que esos momentos no  tenian o parecia que se olvidaban de los dolores, e incluso gente que con la practica a mejorado o se siente mejor. Por ello yo siempre animo a cualquier persona a realizar este arte marcial ya que cada uno de nosotros sabemos donde está nuestro limite y si podemos superarlo un poco más todos los dias, con esfuerzo y tenacidad siempre se consigue el objetivo que nos proponemos. Algo tiene el aikido pues que no le pone obstaculos para poder realizarlo, solo tenemos que tener las ganas para ponernos en marcha y empezar una gran aventura como es este arte marcial.