Desde el punto de vista de un Kohai, tengo que decir que este fin de semana hemos disfrutado por partida doble con el curso impartido por Luís Mochón
Primero como persona porque es excepcional, con un trato muy cordial y con las ideas muy claras.
Segundo porque nos ha transmitido un Aikido de gran nivel, muy bien explicado desde la base. Un Aikido de sentimientos, de sentirnos a nosotros mismos, de sentir nuestro entorno y de sentir a nuestro uke para crear Aikido con él. Ha hecho mucho hincapié en Tai Atari hasta que hemos llegado a comprender su importancia:
– La práctica comienza con el contacto que se establece entre tori y uke, ese contacto hay que cuidarlo porque no debe perderse.
– El trabajo de tori-uke ha de ser un trabajo compositivo en el que tori construye con lo que uke le da, si éste último no da nada, no hay Aikido; por eso los ataques (shomen uchi, yokomen uchi, atemis, …) han de ser sinceros pues de lo contrario no hay nada sobre lo que construir.
– Además, tori no debe “imponer” la técnica al otro, no hay que ir contra él, se trata de notar el contacto y moverse creando desplazamientos y desequilibrios. Nosotros debemos tener el control sobre el eje de nuestro adversario.
– El cuerpo relajado y flexible pero fuerte; los brazos relajados pero pesados
Pero no sólo nos ha transmitido su forma de hacer la técnica sino su forma de comprender el Aikido como un modo de vida. Me quedo con una frase de reflexión en un momento de relax fuera de la práctica: “realizar un ikkyo ha de convertirme en mejor persona… la práctica de Aikido ha de transformarme en una persona mejor”
Muchas gracias Luís Sensei por el “poso” que has dejado en nosotros. Ha sido una gran experiencia que esperamos se repita en el futuro.
Juanfran
Simplemente….fantástico