Sumi (tinta); e (pintura), es el arte de la pintura a tinta.
Es uno de los caminos del zen japonés, como lo son la ceremonia del té, la lucha de espadas, el tiro con arco o la caligrafía, de la que el sumi-e es una variación.
Es una técnica de dibujo monocromático en tinta de la escuela de pintura japonesa.
Se desarrolló en China durante la dinastía Tang (618-907) y se implantó como estilo durante la dinastía Song (960-1279).
Fue introducida en el Japón a mediados del siglo XIV por monjes budistas zen y creció en popularidad hasta su apogeo durante el Período Muromachi (1338-1573).

Para su realización es necesario unos materiales basicos.
Los materiales reciben el nombre de Los Cuatro Tesoros del Erudito (Bunbou Shishou), y son:
Sumi-la tinta: en forma de barra, la tinta negra se deshace en agua para formar una gama infinita de grises, que sustituyen los colores.
Suzuri-el tintero: tiene una parte elevada, oka (colina), donde se frota la barra de tinta, y otra profunda, umi (océano), donde se recoge. Los mejores son de piedra y su superficie es ligeramente rugosa para moler las partículas de tinta.
Fude-el pincel: hay diferentes modelos, pero con uno basta, tanto para las líneas gruesas como para las finas, si se sabe manejar la presión, la velocidad y el grado de humedad. Sujetándolo verticalmente al papel o con una inclinación de 45º, no se han de mover los dedos ni la muñeca: todo el movimiento debe venir del hombro y del codo. Suele ser grande y estar hecho con pelos de animales.
Kami-el papel: suele ser el famoso papel artesanal japonés, el washi. Son esenciales su absorbencia y su textura, la forma en que reacciona al recibir la tinta.