En Japón es frecuente que los establecimientos cuelguen en sus entradas unas telas llamadas “noren”.
Noren se usó originalmente para proteger una casa del viento, el polvo y la lluvia, así como para mantener una casa caliente en los días fríos y para proporcionar sombra en los calurosos días de verano.
Otra forma originaria, se puede usar con fines decorativos o para dividir una habitación en dos espacios separados.
También consideradas la carta de presentación del negocio, tradicionalmente se colocan y se retiran cada día. En su origen se usaban para hacer destacar el establecimiento visualmente, captar la atención de los clientes, establecer una separación con la calle, y crear un espacio interior más resguardado y fresco.
Actualmente, encontramos nuevos diseños que mantienen viva la tradición.