No tengo padres, hago del cielo y la tierra mis padres.
No tengo hogar, hago de la conciencia mi hogar.
No tengo vida ni muerte, hago las mareas de respirar mi vida y muerte.
No tengo poderes divinos, hago de la honestidad mi poder divino.
No tengo medios, hago entender mis medios.
No tengo secretos, hago de mi personaje mi secreto.
No tengo cuerpo, hago de la resistencia mi cuerpo.
No tengo ojos, hago el destello de aclarar mis ojos.
No tengo oídos, hago sensibilidad mis oídos.
No tengo extremidades, hago puntualidad mis extremidades.
No tengo una estrategia, hago de mi estrategia «sin sombra de pensamiento».
No tengo ningún diseño. Hago «aprovechar la oportunidad».
No tengo milagros, hago de la acción correcta mi milagro.
No tengo principios, hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mi principio.
No tengo tácticas, hago del vacío y la plenitud mis tácticas.
No tengo talento, me preparo con mi talento.
No tengo amigos, me hago amigo.
No tengo enemigo, hago del descuido mi enemigo.
No tengo armadura, hago de la benevolencia y la justicia mi armadura.
No tengo castillo, hago de la mente inamovible mi castillo.
No tengo espada, hago de la ausencia de mí mi espada.
Samurai anónimo, siglo XIV.