Foto oficial curso de Aikido por la Paz

Esta es la foto oficial del curso de Aikido por la Paz, en el que nos lo pasamos genial y espero se repita el año que viene.

Estaremos prestando nuestro granito de arena y siempre por una buena causa. Se ha podido reunir la cantidad de 741 € que han enviado ya a la ONG.

Gracias a Fernando Pérez-Anton por organizar el curso y gracias a todos los compañeros por su colaboración

Karate

Durante el siglo XIX, se encontraban establecidos ciertos estilos de acuerdo a una supuesta división regional y énfasis en los movimientos circulares y lineales así como el combate a distancia media y larga. De esta forma, las principales variantes del Te practicadas en Okinawa eran Naha-Te, Shuri-Te y Tomari-Te. Cada una de ellas contaba con características particulares tanto en las técnicas como en los métodos de práctica. En este período, tres figuras se encargan de sistematizar y revivir la práctica del karate: Kanryo Higaonna (Naha-Te), Anko Hitosu (Shuri-Te) y Kosaku Matsumora (Tomari-Te). En 1872, el emperador Meiji establece al clan Satsuma y a sus miembros como sus únicos representantes en el territorio. En 1879, el gobierno Meiji dicta la abolición de la familia real ‘Sho’ de las islas Ryukyu y crea la prefectura de Okinawa.

La llegada del Karate al Japón se ubica en el mes de mayo del año 1922, época en la cual el Ministerio de Educación de Japón realizó la Primera Exhibición de Atletismo y educación física de Okinawa ante el emperador. El Maestro Gichin Funakoshi y Krayan Shudan (creador del estilo okinawense Chito Ryu, diferente al estilo japonés Shito Ryu creado por Kenwa Mabuni), como representante y presidente de la Asociación de Artes Marciales Okinawenses, fueron invitados a participar y demostrar las artes marciales de Okinawa ante miembros de la familia real Japonesa.

Sin embargo, se sabe que el karate se origina a partir de los sistemas de combate existentes en la Isla de Okinawa, cuyo origen se remonta al kung-fu/wushu practicado por los chinos, adaptado conforme a la necesidad de los guerreros nobles de la isla o Pechin de proteger al último rey de Okinawa, Sho Tai. Se populariza finalmente en el Japón en siglo XX, gracias a la influencia de Gichin Funakoshi a partir de 1922, conjuntamente con Jigorō Kanō (fundador del Judo), quienes realizaron diversas demostraciones. Por otro lado, en el año 1929 el Maestro Kenwa Mabuni del estilo Shito Ryu se instaló en la ciudad de Osaka para enseñar su estilo de karate.

El Karate-do se caracteriza por el empleo de golpes de puño y patadas, aunque no restringe su repertorio sólo a ellos. El «Karate-do» es un arte marcial en el que se coordina la fuerza, la respiración, el equilibrio y la postura, el correcto giro de cadera y la conexión conjunta de músculos y extremidades, trasladando gran parte del peso corporal y del centro de gravedad al impacto. Generalmente se busca derrotar al adversario mediante un solo impacto contundente en semejanza a la estocada o corte de una katana o sable japonés.

PARÁBOLA DE LA SAL

«El viejo maestro pidió a su joven discípulo, que estaba muy triste, que se llenase la mano de sal, colocase la sal en un vaso de agua y bebiese. ¿Cómo sabe? le preguntó el maestro, fuerte y desagradable respondió el joven aprendiz. … El maestro sonrió y le pidió que se llenase la mano de sal nuevamente. Después, lo condujo silenciosamente hasta un lindo lago, donde pidió al joven que derramase la sal. El viejo Sabio le ordenó entonces: bebe un poco de esta agua. Mientras el agua se escurría por la barbilla del joven, el maestro le preguntó: ¿Cómo sabe? Agradable, contestó el joven. ¿Sientes el sabor a sal? le preguntó el maestro. No: Le respondió el joven. El maestro y el discípulo se sentaron y contemplaron el bonito paisaje. Después de algunos minutos, el Sabio le dijo al joven: El dolor existe…. Pero el dolor depende de donde lo colocamos! Cuando sientas dolor en tu alma, debes aumentar el sentido de todo lo que está a tu alrededor. Tenemos que dejar de ser del tamaño de un vaso y convertirnos en un lago grande, amplio y sereno.»

Jardines Hamarikyu

Es un parque público en Chūō , Tokio , Japón . Situado en la desembocadura del río Sumida , que se abrió 01 de abril 1946.  El parque es un jardín de 250.165 m², ajardinado, con estanque y este se ha rodeado de un foso de agua de mar, ocupado por la bahía de Tokio. Fue antiguamente los jardines de una casa de verano, villa de la familia del Shogun Tokugawa en el siglo XVII y más tarde los jardines de recreo del emperador Meiji, que podía ir en barco hasta Hamarikyu por canales desde el palacio en el centro de Tokyo. Esos canales se han perdido al crecer el centro de Tokyo, pero el jardín Hamarikyu dejó de ser propiedad “privada” y pasó a ser un jardín público.

El jardín es normalmente tranquilo. Los visitantes también pueden disfrutar de un refresco en una tienda de té en Nakashima situado en el centro del estanque en el jardín que ofrece dulces japoneses en una ceremonia de té de gran estilo.

Además de la casa del té, otro de los puntos de interés del parque es el pino de los 300 años que está justo en la entrada principal, es el pino más viejo del parque y dice la leyenda que lo plantó el shogun Ienobu en persona. Por otro lado, a destacar es que se realizan multitud de eventos todos los años, como por ejemplo, exhibiciones de aikido para celebrar el Nuevo Año.

kamikaze «Viento Divino»

El origen de la palabra y mito kamikaze se origina en el siglo XIII, cuando una flota procedente de Mongolia, bajo el mando de Kublai Khan,  en costas japonesas con la finalidad de invadir el país en el año 1281. Afortunadamente para los habitantes, quienes no estaban preparados para combatir contra un ejército mucho mejor preparado y enfrentar una invasión de grandes proporciones, un tifón arrasó la flota invasora,  dicho tifón fue llamado Viento Divino (Kamikace) y considerado como una señal de que Japón era el elegido por los dioses y, por lo tanto, éstos se encargarían de su seguridad y supervivencia.

La palabra kamikaze, tiene su origen en el idioma japonés, surge de la lectura equivocada por parte de los traductores estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial de los kanjis. El empleo de la palabra kamikaze se propagó fuera de Japón y fue aceptada mundialmente como válida, aunque, dentro del mismo país, a los pilotos que dirigían sus aviones para estrellarse deliberadamente contra barcos enemigos se les conocía por el nombre de Shinpū tokubetsu kōgeki tai  «Unidad Especial de Ataque Shinpū» o por su abreviación tokkōtai.

Yen «objeto redondo»

En el siglo XIX, las monedas de dólar español de plata circulaban en abundancia por el sureste asiático, la costa china y Japón. Estas monedas habían sido introducidas desde Manila durante un período de más de 250 años, y venían en barcos desde Acapulco. Estos barcos eran conocidos como los galeones de Manila. Hasta el siglo XIX estas monedas eran simples dólares españoles acuñados en el nuevo mundo, principalmente en Ciudad de México, aunque a partir de la década de 1840 comenzaron a ser rápidamente sustituídos por dólares de plata de las nuevas repúblicas latinoamericanas. En la segunda mitad del siglo XIX se realizaron monedas en esas zonas a semejanza de los pesos mexicanos; la primera de ellas fue el dólar de Hong Kong, acuñado en Hong Kong entre 1866 y 1868. Estas monedas no fueron bien recibidas por la población china, que prefirió los dólares mexicanos de siempre, y por ello el gobierno de Hong Kong dejó de acuñar moneda y vendió la maquinaria a Japón.

Una de las primeras monedas de un yen (1,5g de oro puro), anverso y reverso.

Los japoneses decidieron entonces adoptar un sistema de acuñación de monedas de dólar de plata con el nombre de «yen», que significaba «objeto redondo». El yen fue adoptado oficialmente por el gobierno Meiji en una ley firmada el 10 de mayo de 1871. La nueva moneda fue introducida de forma gradual desde julio de ese año. El yen era, así, una simple unidad similar al dólar que, como todos los dólares, descendía de las piezas de a ocho españolas. Así, hasta 1873, todos los dólares valían más o menos lo mismo en el mercado de valores. El yen reemplazó el sistema monetario de la era Tokugawa, un complejo sistema basado en el mon, una moneda base de cobre. La «Ley de la Nueva Moneda» de 1871 estipulaba la adopción de un sistema decimal de cálculo en el que un yen se dividía en 100 sen  y 1 000 rin, con monedas redondas como en Occidente. Se marcó el valor del yen como de 0,78 onzas troy (24,26 gramos) de oro puro, o 1,5 gramos de oro puro según el Congreso Europeo de Economistas de París de 1867.